miércoles, 17 de diciembre de 2008
(Se me perdió...)
Se me perdió
mientras preparaba mis muslos y entonaba melodías
desde que empecé a soñar y me destruí con empeño
se me perdió
por ahí
mientras me abocaba a alejarme del peligro
de lo irreparable que podría llegar a haber sido, otra vez,
a lo inmediato, lo eterno,
No iba a poder de nuevo conmigo;
y mientras tanto
se me perdió.
Divagué entre la mentira piadosa y el fantasma eterno
mezclé su simpleza y lo hice culpable del perdón que me debo
Y mientras acomodaba mi cuerpo a lo que podría haber sido
se me perdió
antes que supiera que es mucho más de lo que nunca llegó a ser
Me humillé sensatamente
en tanto cometí el sacrilegio de buscar algo que no sé si espero
encontrándolo tan lejano en el tiempo y tan próximo a mi espacio
que distorsioné mis variables y lo creí concreto
Me encuentro en algún lugar
entre lo que promulgo no ser y deseo no haber perdido;
seguí los colores claros y me dediqué a mirarlos sin pensar que podían disiparse
tanto como se fue la lluvia, la flor, las palabras y otro perdón que ya ni me exijo.
Y se me perdió
entre querer alejar la posibilidad de una canción y el deseo galopante de sentir el cansancio en su cuerpo
A veces cuando viene el mar la arena sólo puede dejar de ser.
***
17/12/08
Trini
"This might sound to you a bit odd"
sábado, 13 de diciembre de 2008
Por un instante.
Estaba ahí, después de tanto tiempo. Sola. Delante de lo que solía ser el sueño que me llevó a encontrarme y desear jamás haberlo deseado.
Todo ocurrió en un instante tan breve como el llamado que me hicieron para ir al motivo de mi presencia en esos suelos. Pero yo tenía delante la oportunidad de saber si seguía allí, en su habitación, en sus momentos, en sus recuerdos, si quedaba algún resto de lo que, alguna vez, fue un sueño compartido.
No me animé a encender la luz y entrar al pasado. Cómo iba a poder volver a la realidad si al entrar me encontraba, en verdad, con su presente –sin mí, sin el cajón que tenía mi nombre, sin mi foto, sin mi perfume-.
Mis ojos salieron de mi cuerpo e intentaron buscarme en la oscuridad que cubría sus muebles, su silla, su cama, su alfombra. Los pies no me siguieron y me quedé, tal vez un instante más, del otro lado de la puerta, donde había luz, recordando cómo era esa habitación cuando yo vivía dentro –cuando un cajón tenía mi nombre y me faltaba mucho para ser un recuerdo-.
Mi pelo se enredó, escuché tu perfume, sentí tus pasos. No estabas allí, estabas en todos lados. Me detuve (ya detenida) para encariñarme con el aroma de la penumbra y decidir si quedarme o no con la duda de saber qué perfume tiene tu cama ahora.
Que te quedes para siempre así, en mi yo con vos sin saber dónde estás. Te tiré un beso y ví cómo bailó en los rincones que sin luz pude vislumbrar, que puedo vislumbrar aun con los ojos cerrados. Porque a veces estás en todos lados.
Y después no me detuve más.
***
13/12/08
Trini
"si bien se mira es /después de todo/
sólo una crónica de franjas mínimas
que en su momento fueron esenciales"
Mario Benedetti
Todo ocurrió en un instante tan breve como el llamado que me hicieron para ir al motivo de mi presencia en esos suelos. Pero yo tenía delante la oportunidad de saber si seguía allí, en su habitación, en sus momentos, en sus recuerdos, si quedaba algún resto de lo que, alguna vez, fue un sueño compartido.
No me animé a encender la luz y entrar al pasado. Cómo iba a poder volver a la realidad si al entrar me encontraba, en verdad, con su presente –sin mí, sin el cajón que tenía mi nombre, sin mi foto, sin mi perfume-.
Mis ojos salieron de mi cuerpo e intentaron buscarme en la oscuridad que cubría sus muebles, su silla, su cama, su alfombra. Los pies no me siguieron y me quedé, tal vez un instante más, del otro lado de la puerta, donde había luz, recordando cómo era esa habitación cuando yo vivía dentro –cuando un cajón tenía mi nombre y me faltaba mucho para ser un recuerdo-.
Mi pelo se enredó, escuché tu perfume, sentí tus pasos. No estabas allí, estabas en todos lados. Me detuve (ya detenida) para encariñarme con el aroma de la penumbra y decidir si quedarme o no con la duda de saber qué perfume tiene tu cama ahora.
Que te quedes para siempre así, en mi yo con vos sin saber dónde estás. Te tiré un beso y ví cómo bailó en los rincones que sin luz pude vislumbrar, que puedo vislumbrar aun con los ojos cerrados. Porque a veces estás en todos lados.
Y después no me detuve más.
***
13/12/08
Trini
"si bien se mira es /después de todo/
sólo una crónica de franjas mínimas
que en su momento fueron esenciales"
Mario Benedetti
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Cada vez se despertaba menos. Esas sensaciones tibias que dan lugar a volver a reconocer el cuerpo después de haberse alejado unas horas de sí misma se volvían borrosas ahora, que había olvidado cómo descansar.
Sí insistía, claro, en que estaba más tranquila. Porque lo estaba. Pero los cimientos se hacían desear tanto que ya su reconstrucción se tornaba su actual estado. No dormía, ni despertaba.
¿Sus verdades limitadas eran también su actual presente? Porque su anterior presente la había atado –ella se había atado- de por vida. Quizá había quedado condicionada. Tal vez. Y al encontrarse sincera tenía el deber moral de advertir su cambio y pedir que no la quieran. O que le hagan saber que se puede empezar de nuevo, sin pasados presentes.
Y estaba, finalmente, más tranquila. Desperezándose virtualmente del sueño que la llevó a volverse loca. Su despertar era corto y su amor progresivo. Tenía que atacar; un fuerte (¿trinchera?). Contra el mar, los dragones, llegar a la última torre para comprobar que su advertencia era cierta: ya la habían despertado y... aguardaba tranquila no volver a cerrar los ojos.
Y quien se anime a entrar que sepa cuán alta está esa ventana, se decía. Mintiéndose.
Sabía, mejor que nadie, que sabía volar.
3/12/2008
Triiii
Sí insistía, claro, en que estaba más tranquila. Porque lo estaba. Pero los cimientos se hacían desear tanto que ya su reconstrucción se tornaba su actual estado. No dormía, ni despertaba.
¿Sus verdades limitadas eran también su actual presente? Porque su anterior presente la había atado –ella se había atado- de por vida. Quizá había quedado condicionada. Tal vez. Y al encontrarse sincera tenía el deber moral de advertir su cambio y pedir que no la quieran. O que le hagan saber que se puede empezar de nuevo, sin pasados presentes.
Y estaba, finalmente, más tranquila. Desperezándose virtualmente del sueño que la llevó a volverse loca. Su despertar era corto y su amor progresivo. Tenía que atacar; un fuerte (¿trinchera?). Contra el mar, los dragones, llegar a la última torre para comprobar que su advertencia era cierta: ya la habían despertado y... aguardaba tranquila no volver a cerrar los ojos.
Y quien se anime a entrar que sepa cuán alta está esa ventana, se decía. Mintiéndose.
Sabía, mejor que nadie, que sabía volar.
3/12/2008
Triiii
Suscribirse a:
Entradas (Atom)