domingo, 11 de abril de 2010

...

¿Se acaba el amor? No sé qué respuesta me da más miedo. ¿Quién tiene la autoridad de saberlo con certeza? ¿qué hace que se muera lo que en algún momento nos dio la capacidad de trascendencia? ¿cuándo decidimos no ser más lo que éramos? Insisto. No sé qué respuesta me da más terror. Me enamoré, gané y perdí y desaparecí, fui ridículamente racional, fui romántica, fui inteligentemente estúpida. Los días siguientes me dieron la voluntad para fulminar todo eso que me daba sentido. Y el amor se desvanece. Lo alejo. Lo rechazo. Lo veo desde la mirilla de estos días. Ya ni siquiera puedo entornarlo. Ya no soy lo que me daba sentido. Y soy de una manera que todavía no defino.
Y de repente algo me asalta, me empuja hacia mí, me sacude e inmoviliza...de golpe el sudor frío, el vacío, la nostalgia, las hojas cuadriculadas, las notas mezcladas, las cuerdas más suaves, las calles de chocolate, una noche de vodka, una que otra de cama y otras mil millones de necesidades encontradas. La presión en el alma y el corazón convulsionando... el instinto imperioso de gritar hasta ensordecerme y no vivir ni volver. La presión en el alma y el corazón agitado. Nada llega a ser algo. Absolutamente todo se vuelve relativo. Nadie va a molestarme si miro la luna y ese ejercicio de encontrar algo de mundo me sumerge en la hipocresía de creer por momentos que podría haber sido distinto. Sé que ni siquiera te abrazo en lo que siento. Ya no te espero, ni siquiera eso. Ya no te quiero.

No te preguntes si se acaba el amor. Ni a vos ni a alguien que te abandone. Ni a la vida. Sólo se acaba para aquellos a quienes odiamos, para los que rompen cartas, para los que devuelven fotos, para los que no se vuelven locos enfermos y obsesivos. Sos demasiado ridículo y de no haberte reconocido tan sensatamente idiota no te habría adorado tanto... No habría exagerado, no me habría perdido.
No se acaba el amor porque no quiero que mi amor se acabe. Tomá en tus brazos lo que te dí, lo que ya no es mío, lo que ya no sé cómo guardar. Usá mi amor para amarte sin mí: besá tus canciones y acariciá tus miserias, redecorá tu habitación y empezá a usar hojas rayadas; sé un poco malo, no esperes las competencias internacionales para luchar contra los que están demasiado cerca; no te cortes el pelo y comprate una calle en Praga y una casa en el campo. No permitas que se acabe mi amor ahora que se acabó una de mis vidas. Puedo reinventarme, y volver a vivir. Pero no acabes con lo que ya no es mío. Tomá tu amor sin mí y hacé de tu existencia lo que tanto habría querido.
¿Será que tanto el amor como el desamor son demasiado breves? Son pedazos de cielo que bajan algunas veces y que lo agarre quien pueda o que le toque a quien pase por ahí. Los recuerdos de aquellos días son tan dulces como el desgarrador dolor por saber que ya no estás. Asesino fue el instante en que dejé de esperarte. Llegué a preferir envolverme en las hojas secas expectante por la llegada de una tormenta mejor. No. No estaba bien. Eso no era amarte. Nadie usaba mi amor. Ni yo esperando ni vos imaginando.


Muchos van a decir que es posible dejar de amar. Y cambian de sueños permanentemente. O tienen un solo sueño y no importa quién llegue para cumplirlos. Otros lo dicen porque sufren, porque los matan, porque los destrozan, porque los vuelven locos. Ojalá nadie tuviera que sufrir. Voy a ser feliz y nunca voy a agradecer esto. No todo pasa para bien. Todo pasa porque pasa. Quizá cuando acabe este otoño y me acostumbre dejando de luchar para no acostumbrarme, te encuentre en otros aires y ni siquiera te salude en honor el misterio que nos unió y nos hizo grandes en delirio y en un mundo paralelo. Mientras tanto a veces espero la soledad para llorar los secretos, los silencios, lo que en realidad nunca siquiera podría llegar a haber sido. Vuelvo a exagerar. Nada cambia. No estás. Mejor.

Ni siquiera sos tanto como para imaginarme dónde estás si no es aquí; pero me tritura estar aquí conmigo y no saber dónde estoy. Me encuentro antítesis, posible sin vos, camino en puntas de pie o me revuelco para no sentir. Juntos me era imposible imaginar este aire tan lleno de todo lo que hicimos y en cada paso encontrar algo que me recuerda tu ausente presencia. Que te hayas arrancado de mí se lleva cualquier posibilidad de nosotros. ¡Cómo no sentirme sin mí si yo era en tanto existía ese nosotros! Hay un mí sin un ti. Entonces no sirvo sin vos, no sirven mis sueños sin vos. No tengo sueños sin vos. No hay futuro sin mí, sin mí que todavía está en nosotros. O está en ningún lado. Porque tampoco quiero estar con vos. Ya no te quiero. Mejor.

Y cuando se juntan la tristeza y el amor estamos desterrados. A veces me brota extrañar la excitación de sentir nuestras salivas mezclándose. Nuestras lenguas siempre se llevaron bien. Pero sobre todo, ahora te extraño tanto como amo lo que no vamos a ser, el mar en el que no vamos a jugar, los viajes que no vamos a hacer, los hijos que no vamos a cuidar, la vida que no vamos a compartir, el dolor en el que no nos vamos a sostener. ¡Ay, no hay forma posible de que se acabe el amor!
La posibilidad de la pregunta me desespera. Entonces casi te olvido sin que te haga falta olvidarme. Casi te perdono sin que me hayas pedido perdón. Casi te amo porque me falta tu parte. No soy eterna, ni invencible, porque me faltó tu convicción.
Usá mi amor para amarte sin mí.
¡No dejes que se acabe, por favor! Yo voy a estar bien. Porque voy a cambiar mis manos antes de quemar mis letras. Voy a cambiar de cielo antes que dejes de estar en este. Voy a quedarme sin música antes de que ya no me inspires.
Usá mi amor para amarte sin mí.
Te extraño desesperadamente cada vez que el tiempo es absolutamente mío y me doy cuenta que no te espero.
Me desconozco,
aborrezco el instante en que el tiempo se volvió del todo mío y tuve siempre la razón porque mi locura era del todo mía,
porque mi mente será para siempre no tuya,
porque no voy a realizarme en lo que soñaste antes que yo
ni a vivir lo que soñé cuando me invitaste a imaginarnos juntos...
¿Se acaba el amor?
Tres puntos suspensivos, esos besos tan lindos, lo que nunca va a ser, un rompecabezas con paisajes detenidos, y vos, vos, vos, vos, Vos...
Sigamos sufriendo, escribiendo, delirando.
Nunca, nunca permitas que cambiemos nuestras respuestas:
Usa mi amor para amarte sin mí...


Trini

***


"Donde quiera que estés, te gustará saber que te pude olvidar,
y no he querido,
que por fría que sea mi noche triste
no echo al fuego ni uno solo de los besos que me diste"

11 comentarios:

Flor dijo...

Si es verdadero no se acaba nunca tri!!!

Anónimo dijo...

Se acaba. Claro que si. Creeme que para algunos es una suerte que se acabe.

Natalia dijo...

Hay veces que no puedo entender tus pensamientos, sera q mi cabeza esta complicada que no se que queres decir en versos, estrofas.
Solo puedo percibir q cada cosa que escribis lo haces con pasión y eso es lo que me gusta de vos.

jonh dijo...

no necesitas saberlo para disfrutar algunas cervezas, o si??

tranqui q por ahora no pido mas nada!!! jajaja

Anónimo dijo...

regresas cuando menos lo espero...quiero que me regales cada verso que escribís, para sentirme cuidado por vos!...Quiero escucharte cantando esta canción, mientras tu guitarra le da las melodías que te lleven a encontrarte con vos misma...
Sigamos creciendo..para eso estamos..
Te quiero mucho! Muchisimo, y más...
El chu!!!

Trini dijo...

Verdadero?? Mmmm. Mejor no preguntar qué es lo verdadero porque sino no terminamos más, ja!!

Es verdadero cuando uno siente que es verdadero? Es verdadero cuando dura? Es verdadero cuando qué? Es verdadero si sucede qué?
Y si uno cree que es verdadero y luego no lo cree más es que entonces nunca lo fue?

Lo verdadero es verdadero siempre... Aunque no siempre es válido, oportuno, correspondido.
Insisto... no hablo de si funciona o no una relación... Lo preocupante es si el amor se acaba ....... o no.

Ramón María dijo...

"Donde quiera que estés, te gustará saber que te pude olvidar,
y no he querido,
que por fría que sea mi noche triste
no echo al fuego ni uno solo de los besos que me diste"

Todo cuánto escribiste en el extenso texto lo reflejas perfectamente en el entrecomillado, (poema)hay ocasiones en el que cuatro palabras valen más que mil.

El texto me gustó, pero el poema me entusiasmó.

Muxus.

PD. Te sigo, me empaparé de tus diálogos contigo misma

Trini dijo...

Nati: prefiero que no entiendas lo que escribo y eso te lleve a quedarte pensando a que solamente me pongas "genial!" y las letras terminen en una opinión más que en el despertar de nuevas ideas, frases, dolores. Gracias por pasar siempre!!! =)

Trini dijo...

Vos no necesitás saber si yo lo sé!!! Jaja!
Sos un sol, JoHN (bue!)... ahora en serio lo sos... ahora que sabés un poquito más... ahora que necesito cerveza -a la cama y...-. Jaja!

tomas dijo...

que bueno seño!!!
te felicito por ser capaz de expresarte asi
nos estamos viendo!!

Heroedeleyenda dijo...

El amor es un respiro, un aroma otoñal te ilusiona, se apodera de ti en las noches y cuando menos lo esperes ya el aire a cambiado y tu no estas en paz.