domingo, 18 de abril de 2010

Para Siempre

Las paredes se fueron cayendo
de una en una.
Dejé de verlas.

Los árboles, después de ser plenos
desaparecieron.
Morían o se iban.

Las partituras se fueron gastando
en lo dedos de los genios
y se fueron con ellos al futuro

Las mentes se fueron oxidando
y yo no me di cuenta,
yo era libre

Los rosarios se fueron repartiendo
y todos rezaban al unísono
Yo ya había terminado de cantar

Los otoños eran cada vez más tardíos
nunca me di cuenta;
mis pulmones dependían de mi mente.

Desapareció la lluvia de mi vida
y otras veces llovía demasiado, demasiado
Me había ido al desierto

Hice huellas en la arena
y las cubrí para que no me encontraran
Seguí viajando

Todo estaba bien
Era libre
Y bailaba.

Y cuando llegó la noche
cerré los ojos
feliz

(Pero……
¿y la luna?)

Desperté de golpe.
Tuve que darme cuenta
que no iba a morir lo eterno.
Y en el último rincón del mundo,
entre mis paredes, sin árboles con vida,
ahogándome en la tormenta, y sofocada de calor
mis pulmones me golpeaban el alma
hasta que ella me dijo que no se trataba de poder
porque yo ya había conseguido todo;
se trataba de querer,
y me dijo que lo no quise ver:
no tenía ganas de olvidar.

Trini

"... Lo que no tiene es remedio"

***
Lo publiqué en el 2007, en mi anterior blog... y para ese entonces este texto ya tenía unos meses de vida.
Lo encontré hoy... y.... qué tristeza saber qué acertado es el título!!!
Siempre hay una nueva pared a punto de caer........todavía...

2 comentarios:

Natalia dijo...

¿lo encontraste sin querer o lo buscaste?

Heroedeleyenda dijo...

Ahogarse en la tormenta, tan natural y autentico como leer la prensa o desayunar un jugo de naranja a ciegas.

un abrazo azul.